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Diario de investigación Magnus Primus
Los archialquímistas siempre han sido peligrosos, lo sabemos muy bien desde la guerra archialquímica. Pero lo que descubrí leyendo los documentos secretos del Consejo Architaumaturgico me ha hecho considerar eliminar todo rastro de la archialquímia y a cualquiera que la practique.
Pero no puedo dejar de pensar en lo útiles que son, no solo avanzan a pasos agigantados la alquimia en cada generación, tambien son excelentes guerreros, prácticamente un ejercito andante.
Howard observaba la piedra frente a él, de un profundo rojo sangre, iluminaba el espacio como una vela a punto de apagarse en aquel oscuro almacén. Si alguien supiera que estaba haciendo en ese momento fácilmente podría ser despedido por romper su contrato, se encontraba en el lugar más altamente restringido del Pabellón Archialquímico, y tenía en la mano el objeto alquímico más poderoso existente, capaz de romper cualquier ley universal, tanto física como alquímica, mágica e incluso espiritista. La tentación era inmensa, sin embargo no quería ser descubierto, por lo que volvió a guardar la piedra en su caja.
— Has tomado la decisión correcta, habrías muerto si hubieras tenido la más mínima intención de usar aquella cosa - La grave voz del máximo concejal Andrew hizo que se le helara la sangre y el corazón a Howard.
— Ma-máximo concejal Yo…
— Sé muy bien que estas haciendo, no eres el primero, no vas a ser el ultimo; sin embargo es demasiado pronto para que un joven como tú este merodeando por este lugar ¿Cuándo entraste formalmente al concejo? Hace menos de un año ¿Verdad?
— Así es, mi maestra la doctora T̈̔̌̕̚█҇̈́̉̏̒█҇̅̅█̛̄̒̔̆̎█҇͊̉͑█͗̐̏̀̀͝ Ć̍͞█̀͛͝█͋̌̆͠█̊̏͌̉̋͡█͂̎͠█̆̇̃̑̚͞ me hablo acerca de ello, la ultima piedra filosofal, me dijo que si nadie se daba cuenta podía venir a verla.
— Esa loca otra vez mandando a uno de sus aprendices a una muerte casi segura, puedes llamarme Magnus Decimus - La mirada del Magnus atravesó a Howard como si este fuera transparente - Eres el aprendiz más talentoso que ha tenido en décadas, no debería desecharte tan fácilmente.
— De… ¿Desecharme?
— Sí, niño estúpido, desecharte. No serías el primero, a esa loca nunca le han gustado los aprendices, dice que su alquimia será tan poderosa que se volverá inmortal y no necesitará a nadie que herede su alquimia.
— ¿Eso es posible?
— Hipotéticamente lo es, con esa cosa que tenías en la mano hace un momento.
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Diario de investigación Magnus Primus
A pesar de las múltiples solicitudes para catalogar a la Tandem Opus Magnum como un OTS hay muchas cosas que estas personas no se han puesto a considerar, por ejemplo; que solo los alquimistas de alto calibre pueden usarla sin morir, que solo los archialquimistas pueden sacar su máximo potencial o que por si sola luce como un pisa papeles muy lindo.
Es decir, la piedra se contiene a si misma y mientras menos personas sepan de su existencia mejor. Lo mejor será realizar un trabajo de desinformación global a alta escala para crear un concepto mitológico de piedra filosofal en el subconsciente colectivo.
La oficina del Magnus estaba pulcra y ordenada, una extensa variedad de círculos alquímicos adornaban cada pared, Howard desconocía el propósito de cada circulo, puesto que cada uno era tan pequeño que le costaba leer los símbolos, sin embargo reconoció uno que él mismo había usado miles de veces antes "zona silenciosa" le hacían llamar, ninguna persona fuera de ese cuarto podía escuchar lo que ahí se decía.
— Te preocupas demasiado muchacho, no te despediré, aunque me tienta hacerlo, la verdad es que los mejores alquimistas siempre siente curiosidad por la piedra, no te culpo, en mi tiempo también me colé para verla, la diferencia es que yo tenía al rededor de veinte años más que tú y aunque usara la piedra no iba a morir.
» De igual forma el máximo concejal siempre está pendiente para que ninguna joven promesa se suicide, por desgracia no todos lo consiguen. No te mentiré, eres demasiado joven, tu maestra no debió de haberte dicho nada acerca de la piedra, ni aunque fueras un genio absoluto.
Pero ya que estamos aquí haré lo que corresponde a mi puesto y te hablaré del episodio más oscuro de historia de la alquimia.
— ¿La caída del gran imperio Dextroi?
— No, esto fue borrado de la historia escrita, la guerra archialquimica.
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Diario de investigación Magnus Primus
Primero fue llamada Archipiedra Filosofal, sin embargo no me agrada ese nombre, por lo que me referiré a esta como la piedra más roja.
Fue creada por un archialquimista desconocido cerca del final de las guerras archialquimicas, según el grimorio alquimico que estaba cerca cuando esta fue descubierta, la piedra fue hecha usando trescientos treinta y tres archialquimistas incompletos y treinta y tres archialquimistas completos.
No podemos confirmar nada, pero por el excesivo poder que la piedra muestra cuando es usada correctamente no podemos dudar demasiado del escrito.
— Escucha bien muchacho, porque no repetiré nada de lo que te diga. Me imagino que siempre te has preguntado porque si hay cientos o miles de archimagos, múltiples archiespiritistas, solo hay un archialquimista ¿verdad? Esto es debido a la guerra archialquimica.
— En el siglo IV, casi mil años después de que la primer archialquimista apareciera en el mundo, el arte, en ese entonces sagrado, de la Magnus Alchimia, dejo de ser un secreto que se pasaba de maestro a discípulo, se cree que unos rebeldes pasaron este conocimiento a quien quisiera oírlo.
Los archialqumistas al unir sus cuerpos espirituales con su cuerpo físico crean un peso bastante fuerte en el campo místico, dado que su cuerpo genera una fuerza atractiva enorme en las partículas místicas del mundo, especialmente los en los dynamiones.