NOTA DE LA COFRADÍA EXORCISTA INQUISIDORES DE PLATA:
Esta página del bestiario, a pesar de su nombre, solo habla sobre los tipos de vampiros más extendidos y conocidos. Vampiros como el Penannggalan o el Asanbosam y demás ya gozan de sus propias páginas en el bestiario.
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Nombre Bestia: Vampiro (término general).
Tipo bestia: Incorpóreo (Brucolacos), nocturno, no muerto (Nosferatu, Ekon, Strigoi), imitador, mágico (Ekon, Strigoi).
Cuan peligroso es: Según la clase y el tiempo que lleven en ese estado. Un Brucolaco joven no es ningún peligro a corto plazo, pero uno viejo y hambriento es mortal. Enfrentar a un Nosferatu joven equivale a luchar contra un oso, y lo mismo para uno viejo, pero el viejo es más impredecible y volátil. Los Ekons son uno de los mayores peligros entre los vampiros, pues se mimetizan con las personas normales con facilidad y son un punto medio entre hombre y Strigoi, y estos últimos son los más peligrosos. Resulta imposible abatirlos sin varios sacerdotes con una fe ferviente por su Dios y muchos cazadores experimentados.
Cuanto a cobrar por el trabajo: Depende del tipo de vampiro. Por un Brucolaco serian cinco ases, un Nosferatu equivale a un auren, un Ekon unos diez aurens y por un Strigoi se cobra fácilmente cuarenta aurens1.
¿Cómo es?: Se puede resumir que un vampiro es un no muerto que se dedica, entre otras cosas, a beber la sangre de sus víctimas para sobrevivir. Algunos pueden conservar el aspecto que tenían cuando vivos y pasar desapercibidos a ojos de cualquiera, y otros son tan perjudicados por la maldición que no se atreven a pisar una ciudad si no es de noche. De igual forma, su comportamiento puede ser el mismo que cuando estaban vivos, pero se va deteriorando con el tiempo. Se dice que entre los vampiros más antigüos es común la falta de cordura.
De igual forma, su inteligencia también se mantiene en buen estado. Nadie diría que son monstruos a primera vista y eso es lo que suele hacerlos tan peligrosos. Tan solo dos de las clases de vampiros pueden identificarse a primera vista.
Tipos de Vampiros:
Brucolaco: Una clase relativamente común. Se trata de espíritus de personas que no han logrado partir, ya sea por una muerte rápida o violenta2 y la persona al inicio cree que sigue viva, e intenta continuar con su vida. El espíritu suele rondar las cercanías de su tumba.
Aunque se debate si realmente son vampiros o no, la mayoría de eruditos aseguran que sí. Serán fantasmas, pero aparte de consumir sangre el cuerpo se mantiene en buen estado; a veces incluso en uno mejor que cuando fueron enterrados, viéndose comúnmente sonrosados e inflados. Cuando se alimentan de más pueden llegar a expulsar la sangre por la nariz u otros orificios3.
Nosferatu: Se trata de cadáveres reanimados que, usualmente debido a una maldición, salen de sus tumbas por las noches para alimentarse. Es común en este tipo de vampiros que las presas sean familiares o vecinos con los que no se llevaran muy bien. Se dice que conservan una parte muy pequeña de su conciencia en vida, pero debido a la maldición no es más que un vestigio de su persona. Vestigio que se va perdiendo con el tiempo. Su aspecto es más bien raquítico, con una piel blanca cual papel.
Ekon: Son personas atacadas por un Strigoi que han adquirido la maldición. Reviven luego de unas horas de ser atacados y a diferencia de las dos clases anteriores, conservan su conciencia y personalidad, y la pérdida de cordura por ausencia o corrupción del alma les afecta poco, al menos al principio. Con el tiempo van perdiendo su alma, y conforme esto pasa van desarrollando rasgos característicos de los Strigois, como no reflejarse en los espejos o la afinidad mágica.
Strigoi: El origen de este tipo de vampiros es algo incierto, pero los eruditos de varias cofradías religiosas y exorcistas han llegado al consenso de que estos seres se originan por la muerte de un mago que ha actuado de forma inmoral; también se encuentran ligados al séptimo hijo de las brujas, más si tienen deformidades, lo que explicaría su enorme afinidad mágica y deformidades en algunos.
Suelen ser muy crueles y muy despiadados con sus presas y enemigos. La pérdida del alma les afecta mucho y muy rápido, siendo todos lunáticos cuya cordura pende de un hilo.
Poderes de un Vampiro:
Antes de hablar sobre los poderes de cada clase es mejor hablar primero de los poderes que comparten estas criaturas en general, y aclarar que estos poderes escalan con la clase.
Para empezar, todas poseen resistencia al daño físico y mágico. Unos más que otros, por supuesto, pero es una habilidad que comparten todos. Necesitarás brazos fornidos si planeas atravesarle el corazón con una estaca a un Brucolaco; cosa que de plano esto es imposible con un Strigoi sin un sacerdote cerca. Todos, salvo una excepción, tienen reflejos, fuerza y destreza muy superiores a las de cualquier hombre promedio, y aumenta según la sangre que hayan consumido. Y por último, todos gozan de una suerte de regeneración acelerada. Se han documentado casos de Ekons y Strigois que han regenerado brazos, piernas y torsos destrozados en cuestión de minutos o hasta segundos; se cree que esta es la habilidad que les otorga vida eterna.
Ya con esto aclarado…
Brucolacos: La clase más «sencilla» y usualmente subestimada. Se trata de un pseudofantasma cuyo espíritu se corrompe rápidamente. Su sola presencia resulta nociva, provocando dolores de cabeza o enfermedades si se pasa mucho tiempo cerca de uno y, al igual que los fantasmas, pueden atravesar objetos sólidos. Provocan cortes en sus víctimas y de alguna forma son capaces de sorber la sangre que luego va a parar al cuerpo.
Nosferatus: Se les considera Ekons inferiores, pues su inteligencia, reflejos, fuerza y destrezas aunque imponentes, no pueden compararse a las de estos últimos. Aún así no se les debe subestimar. A pesar de su apariencia raquítica en ocasiones, un solo Nosferatu es capaz de eliminar a grupos pequeños de cazadores. Sus ataques suelen ser especialmente peligrosos ya que sus heridas se vuelven gangrenosas a los pocos minutos.
Ekons: Normalmente se piensa en ellos como un Strigoi menor. Esta es una idea equivocada muy extendida y peligrosa. En algunos casos el poder de los Ekons puede llegar a rivalizar con el de un Strigoi, y aunque son contadas las ocasiones, demuestra que no son ninguna tontería; si un Nosferatu puede acabar con grupos pequeños de cazadores, los Ekons son capaces de acabar con cofradías enteras no especializadas en vampiros. Poseen una enorme afinidad mágica y, a pesar de no ser común, si son instruidos en las artes mágicas pueden convertirse en magos muy versátiles. Sus habilidades físicas suelen estar a otro nivel. Un combate uno a uno con un Ekon suele ser suicida aún con algo de equipo contra este. También pueden transformarse en animales al igual que los Strigois pero de forma muy limitada, ya que solo pueden tener dos formas; los Ekons más poderosos pueden superar este límite y no solo se transforman en animales, sino también en niebla.
Strigois: Sin duda alguna, bestias formidables y un reto para cofradías religiosas y exorcistas, y la muerte para cualquier otra sin el equipo necesario para hacerles frente. Sus habilidades físicas -fuerza, reflejos, resistencia, destreza…- están peldaños arriba a la de cualquier mortal -y muchas veces de numerosas bestias-. Su resistencia es impresionante; su piel llega a detener disparos de pistolas de chispa y los más poderosos logran detener balas de trabuco o mosquete a quemarropa. La inmensa mayoría puede hacer magia con pericia, más si se trata de strigois originados de magos. Pueden cambiar de forma a la de cualquier animal sin ninguna restricción. Pueden incluso transformarse en objetos o en elementos de la naturaleza como la niebla o el agua4. Su regeneración puede salvarles incluso de disparos a la cabeza o al corazón si la bala no es de plata o no está bendecida.
Rasgos de un vampiro: Un detalle que los hace tan peligrosos es que suelen confundirse con otras bestias. Los brucolacos, por ejemplo, se confunden a menudo con meros espectros o fantasmas; los Nosferatu al inicio pasan por no muertos nocturnos o hasta por necrofagos. Y ya ni hablemos de los Ekons o Strigois, que pueden caminar entre las personas con relativa normalidad.
Sin embargo, esto solo aplica para el ojo inexperto. Un cazador experimentado vería que en caso de los brucolacos, un ritual de exorcismo no les hará gran cosa, y son más resistentes a los amuletos o a la plata y el oro. Los Nosferatu atacan siempre a su familia primero, además de que suelen violar a las mujeres para dejarlas preñadas de engendros. Los Ekons son más complicados, pues no desarrollan rasgos fáciles de ver a simple vista. Por un lado no pueden reflejarse en los espejos, pues perdieron su alma, y los más viejos pierden su sombra. Tienen gran aversión a los símbolos sagrados y su piel se quema ante el agua bendita -de ahí que al entrar en las iglesias te veas obligado a persignarte con el dedo empapado de agua bendita-, y algunos tienen gran aversión al ajo, pero esto no es muy extendido.
El mayor problema yace en que pueden desarrollar resistencia ante algunas cosas. Un Ekon poderoso podría no verse afectado ante el ajo, ocultar su aversión ante símbolos sagrados y tener una regeneración que les permita sanar las heridas por agua bendita tan rápido como aparecen, dejando como único detalle su sombra o falta de reflejo. Y aún así un Ekon inteligente sabe ocultar estos detalles.
Los Strigois son iguales al caso anterior pero esa resistencia está potenciada. Lo que más les suele hacer destacar es su comportamiento y deformidades en algunos. Esto les hace actuar más que nada en las noches, cuando un encuentro casual con un hombre excéntrico y algo feo se llega a pasar por alto y aunque se tengan sospechas, es más difícil darle caza.
¿Dónde hallarlo?: Vampiros pueden haber en todos lados. Los Brucolacos y Nosferatus son comunes en cementerios de todo tipo en ciudades grandes. Los Ekons y Strigois no se ven atados por nada y pueden ir a donde quieran, pero se sabe a dónde no suelen ir, como ciudades o reinos donde la religión tenga mucha presencia. Es difícil localizarlos porque tampoco siguen patrones que se puedan seguir. Es tan común que un Strigoi se asiente en una ciudad como que se asiente en lo profundo de un bosque, acechando viajeros. Los Ekons podrían ser la excepción a la regla, pues es muy común verlos en ciudades grandes al tener más facilidad para perderse en la multitud y pasar como personas normales, a diferencia de los Strigois, y aún así también hay un número considerable que lleva una vida nómada.
¿Qué es lo que hace?: Los Brucolacos son capaces de acabar de forma lenta e inexorable con la vida a su alrededor. Los animales mueren, las personas enferman, la tierra incluso llega a pudrirse. Los Nosferatu son un peligro más inmediato, pues atacan a las personas durante la noche y preñan a las mujeres que se encuentren de engendros. Al igual que los Nosferatu, los Ekons son un peligro más inmediato pero este es mucho más inteligente. Se sabe que se congregan en grupos y dominan ciudades enteras desde las sombras, dividiéndose la caza y evitando peleas unos con otros. Y los Strigois son el mayor peligro entre todos los anteriores. Son solitarios, pero cuando trabajan juntos han derribado reinos enteros. Por su cacería se crean más Ekons, y al ser fuerzas abrumadoras es muy complicado eliminarlos.
Vulnerabilidades: Mayormente símbolos sagrados, dado a su naturaleza sacrílega en todo sentido. La plata en general les hace mucho daño, y el oro puede ralentizar o hasta detener su regeneración. Las corrientes de agua pueden debilitarlos mucho. Se sabe que algunos Strigois están obsesionados con contar, ordenar, limpiar, por lo que sí se descubre la manía del Strigoi en cuestión se puede usar para hacerle perder la concentración. Pero todo lo anterior dicho no se compara ante el daño que les genera el fuego, y más si es una llama de naturaleza santa.
Algunas debilidades puntuales pueden ser las de los Nosferatu, que son dañados por la luz del sol. Un Nosferatu débil puede incluso arder ante la luz del día. Este detalle también puede verse en algunos Strigois pero se cree que es por otras razones, y más que quemarlos solo les desagrada. Los Brucolacos no se ven afectados ante las corrientes de agua, y su aversión a los símbolos sagrados puede estar atado a la creencia de la persona.
Con los Strigois es un caso especial, y he de diferenciar las dos clases de Strigois: los que nacen de una bruja o aquellos magos inmorales que reviven por sus actos. Los primeros son los que tienen la ya antes mencionada manía, pero los Strigois magos no tienen tal defecto. Es más, pueden mantenerse más cuerdos y sobrios que un Strigoi brujo.
Como cazarlo: Cazar a un Brucolaco puede ser fácil si se les identifica rápido. Basta con ir a su tumba y quemarlos. Sin embargo, conforme pasa el tiempo se va complicando más, pues es más probable que hayan acabado con gente cercana a ellos y que su espíritu se corrompa, perdiendo la forma de su antigua persona. También es muy importante señalar bien la tumba, pues un Brucolaco enterrando sin nada que señale donde está la tumba es un verdadero incordio.
Los Nosferatu son más sencillos en comparación, pues aunque acaben con su familia, su aspecto, aunque perjudicado, se mantiene parecido al de la persona en vida, y siempre vuelven a la misma tumba. Para acabar con uno se debe abrir el ataúd durante el día para debilitarlos y, o cortarles la cabeza o quemarlos. La primera opción es más recomendada, pues el fuego en ellos puede tardar más en matarlos5. Esto es fácil ya que al salir de la tumba remueven la tierra, y al entrar vuelven a ponerla pero es demasiado obvio que la tierra ha sido removida, haciendo destacar sus tumbas.
Acabar con un Ekon es un proceso. Primero se le debe debilitar, ya sea con elementos sacros, rociarlos con agua bendita o incluso prenderles fuego; la magia puede ser muy eficaz en este sentido. El punto es que su resistencia baje lo suficiente como para atravesarles el corazón o la cabeza, o cortarle esta última. Cuando son abatidos es necesario quemar el cuerpo, pues algunos Ekons pueden volver a la vida incluso con media estaca clavada al corazón. También un detalle importante es usar armas (en general) y munición de plata.
Un Strigoi sigue un patrón similar al de un Ekon, pero es muchísimo más duro. Al ser imposible dañarles de forma convencional, es necesario debilitarlos. Para esto lo recomendado es tener a un grupo de cardenales con una fe ciega hacia su dios recitando ritos o rezos para debilitar al Strigoi. También se les tiene que rociar agua bendita, dispararles con trabucos que usen plata como munición, flechas con chapado de oro en las puntas para entorpecer su regeneración; un grupo de magos nunca está de más para brindar protección ante los ataques mágicos del Strigoi y darle pelea en este sentido. Si con un Ekon basta con agua bendita, fuego y un ataque directo al corazón para eliminarlos, un Strigoi necesita eso y más solo para debilitarlo. Se tiene que usar todo lo que esté a mano o puede significar una muerte segura.
Notas extras:
Nota del cazador exorcista Abraham:
He visto a muchas cofradías ponerse de acuerdo en limpiar las grandes ciudades de Ekons, ¿pero por qué no arrancan el problema de raíz? Sé que cazar a un Strigoi es tan difícil como derribar a un gigante y se necesita una planificación semejante a la planificación para robar huevos de dragón, pero no debemos dejar que sigan expandiéndose. No queremos que se repita lo de Vlad Draculea, ¿o sí?